miércoles, 22 de febrero de 2012


La tecnología que podría revolucionar el transporte terrestre

La tecnología que podría revolucionar el transporte terrestre → magneto auto se carga a si mismo coche electrico stanford nocredit Más cerca del auto que se carga a sí mismo.
Los que abogan por un futuro de autos eléctricos destacan que estos no contaminan el ambiente, pero un inconveniente de la mayoría de las marcas que hay en el mercado son las relativamente cortas distancias que pueden alcanzar antes de tener que recargar la batería, el tiempo que demora ese proceso y el número limitado de surtidores de electricidad.
Sin embargo, un grupo de investigadores en la Universidad de Stanford, en California, Estados Unidos, está desarrollando un sistema que le permitiría a un coche eléctrico rodar indefinidamente con solo conducir sobre una autopista especial.
La tecnología se llama transferencia inalámbrica de energía a vehículos en movimiento -que el equipo de Stanford ha logrado realizar a través de resonancia magnética- y que podría revolucionar el transporte terrestre.
Todavía faltan años antes de que se pueda producir un prototipo y uno de los obstáculos sobre los que se trabaja es cómo evitar que esa transferencia inalámbrica afecte a seres humanos y otros equipos y artículos sensibles al magnetismo.
Movilidad ilimitada
El Proyecto sobre Cambio Climático y Energía (GCEP, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Stanford es el centro que planteó el concepto y auspició la investigación que realizaron diferentes científicos e ingenieros de la institución.
Richard Sassoon, director administrativo de GCEP, dijo que el proyecto se basó en un experimento que ya se había realizado en el Intituto de Technología Massachusets (MTI) en el que habían logrado transferir la energía que consume un bombillo (más o menos 60 vatios) a través de una distancia de unos 50 centímetros.
“Nosotros hemos mejorado la eficiencia de esa transferencia al 97% y sobre una distancia de dos metros”, explicó a BBC Mundo.
La innovación utiliza la resonancia magnética para transferir la energía de un emisor a un receptor con frecuencias magnéticas sincronizadas.
La idea es que un auto eléctrico con una bobina receptora se vaya cargando a medida que pasa por una autopista o carretera que tenga una red de bobinas emisoras de energía bajo su superficie.
Este sistema resolvería el problema de la distancia que pueden rodar los autos eléctricos de hoy en día proveyéndolos de una carga virtualmente ilimitada.
“Los conductores queremos salir en el auto cuando queramos, donde queramos, hasta que queramos”, afirmó Sven Beiker, director ejecutivo del Centro de Investigación Vehicular de la Universidad de Stanford (CARS, por sus siglas en inglés) que contribuye en el proyecto.
“Si podemos incorporar estas bobinas en los automóviles, el resultado sería la movilidad eléctrica ilimitada”, señaló a la BBC. “Una vez en la carretera solo habría que parar el auto para descansar o ir al baño”.

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